jueves, 18 de septiembre de 2008

Punset: «La ciencia parece magia»

Hola.

Hoy me apetece dedicar esta entrada a una figura destacada en la divulgación científica en castellano de los últimos tiempos: D. Eduardo Punset Casals, nacido en Barcelona en 1936. (biografía disponible pinchando en la foto de abajo)








Una figura que ha marcado mi vida en estos últimos años, así como a la mayoría de "frikiscience", como yo.

Por eso traigo aquí la última entrevista publicada hoy mismo en el diario "La opinión de Málaga", donde le entrevista en Oviedo Chus Neira:

El experto asegura que por primera vez el conocimiento real compite con el conocimiento dogmático. "Está ocurriendo algo parecido a cuando se inventó la electricidad", opina.

En una de las últimas entradas de su blog, incluido en su espacio web (www.eduardpunset.es), el popular presentador del programa ´Redes´ en TVE hablaba de la importancia que los seres humanos conceden a su imagen.


Meses antes, en junio, Eduard Punset (Barcelona, 1936) había aparecido en los papeles para hablar de su enfermedad, un cáncer de pulmón, y del programa que había grabado con su oncólogo, Rafael Rossell, movido, de nuevo, por su afán comunicador.
En aquellos reportajes, en prensa y televisión, el Punset de siempre -su gesticular meticuloso, sus ojos ensoñados, su balbuceo de calentamiento previo a la frase certera- aparecía despojado de su mata desordenada de pelo. La quimioterapia.
La pasada semana, este abogado, economista, hombre de ciencia, libro abierto, con una bibliografía muy necesaria, que ha seguido completando en los últimos años con volúmenes como ´El viaje al amor´ o ´Por qué somos como somos´, daba la conferencia central en el acto de presentación del Informe sobre la Sociedad de la Información en España 2007 en Oviedo.
La imagen, efectivamente, tiene su importancia, y el feliz rebrotar del alboroto capilar de Punset, decía más que cualquier otra cosa sobre su recuperación.

-¿Cómo se encuentra?
-Pues muy bien, ya ve, reincorporado de nuevo al trabajo, con ganas, muy bien.

-Esta misma semana se ha puesto en marcha el famoso acelerador de partículas de Ginebra.
-Ah, sí, el LHC.

-Bien, pues sabrá que circulan esas teorías apocalípticas acerca de cómo ese experimento podría acabar con el mundo. Cosas sobre las que la gente charla, en broma, pero que revelan cierto recelo ante lo científico, aunque sea en un nivel humorístico.
-Es verdad, es muy cierto esto. Tenga en cuenta una cosa. Piense que lo que hemos heredado es el pensamiento revelado o dogmático. Y este pensamiento, por definición, era un pensamiento mágico, el del mundo de los milagros, de los dioses. Y ese mundo era totalmente ajeno al mundo de los humanos. Ahora, lo que ha ocurrido es que, por primera vez, y gracias a la revolución científica, el conocimiento real compite con el conocimiento revelado en esa proximidad a lo mágico. La ciencia por primera vez parece mágica. Está ocurriendo algo parecido a cuando se inventó la electricidad. Se cuenta que en las plazas de Inglaterra la gente se electrocutaba dándose besos. ¿Se imagina? Chillaban y se divertían con eso. A eso me recuerda lo del acelerador.

-Ya que habla del pensamiento mágico, las aplicaciones de estos grandes aceleradores, como el Gran Colisionador de Hadrones, parece que pueden ser, entre otras, las de abrir la puerta a la posibilidad de que nuestro cerebro modifique nuestro organismo. ¿Cree que algún día veremos algo parecido?
-Vamos a ver. Aquí hay un hecho nuevo que no había ocurrido con ninguna especie, que es la triplicación de la esperanza de vida de los seres humanos. De pronto, la gente se encuentra con cuarenta años de vida redundante en términos evolutivos. Y por primera vez en la historia de la humanidad tiene futuro, en el sentido más literal de la palabra. Y al tener futuro se plantea por primera vez la posibilidad de ser feliz, de no ser condenado a la hoguera, de profundizar en el conocimiento de las cosas y las personas con unos efectos benefactores insospechados.

-¿Por ejemplo?
-Pues por primera vez en la historia del conocimiento, por ejemplo, hemos podido comprobar que la salud mental de un adulto depende de lo que le haya ocurrido hasta que tuvo cinco o seis años. Ahora sabemos que si no se genera en un niño cierta autoestima y seguridad en sí mismo, por una parte, y una cierta curiosidad, por otra, de profundizar en el conocimiento de las personas y las cosas, va a llegar con inseguridades y desconfianza a la edad adulta.

-Explicaba la importancia de esos primeros años de vida. Una etapa, sin embargo, según ha dicho en alguna ocasión, de la que nos resulta imposible recordar nada, por lo menos de los dos primeros años de vida.
-Mire, no sabemos por qué somos incapaces de recordar nada de lo que ha ocurrido hasta los dos años de nuestras vidas, pero lo que sí sabemos es que se pueden producir trastornos importantes en la edad adulta por culpa de lo que ha ocurrido en el vientre de la madre, en esa gran tormenta hormonal, sólo repetida en la adolescencia. Sabemos que el desamparo, el abandono, el miedo, todas esas cosas, han dejado una marca imborrable en el inconsciente de los seres humanos, que se puede manifestar en enfermedades mentales en la edad adulta.

-Usted es un gran creyente en la ciencia. Sin embargo, en algunas declaraciones suyas a raíz de su enfermedad, hablaba de la separación entre el desarrollo científico y la realidad que puede percibir y de la que puede beneficiarse el ciudadano. ¿Qué sucede? ¿Demasiados intermediarios?
-Hay un factor importante que es la reforma educativa en favor de una educación en la que se enseñe la gestión de las emociones, a cuestionar el conocimiento heredado y a innovar. Esto por una parte. El otro factor culpable del bache, de la separación, entre innovación científica y su aplicación a las mayorías tiene que ver, casi siempre, y en el caso de España más, con la falta de compenetración entre el sector industrial, el académico y el sector político. En ese sentido España está a años luz de Estados Unidos. Allí es justamente al revés. Allí esa proximidad entre uno y otro lado es muy poderosa.

-Y en África será mucho peor. No siempre hablamos o pensamos en términos globales cuando hablamos de desarrollo.
-Sí, claro. Pero yo diría que es justamente la globalización de la cultura lo que permitirá es quemar etapas a países en vías de desarrollo, etapas que sin embargo en nuestros países no pudimos quemar. A veces hay una tendencia demasiado acusada de culpar a los países ricos de lo que les ocurre a los países pobres, y no se tiene en cuenta que la corrupción y la demografía suelen ser sus principales problemas. «Es muy complicado que un homínido cambie de opinión» Eduard Punset fue el encargado de pronunciar la pasada semana la conferencia central del acto de presentación del Informe de la Sociedad de la Información en España correspondiente al año pasado que se celebró en Oviedo. En su intervención, Eduard Punset zanjó el debate entre genética y conducta al reflexionar sobre la condición única de los seres humanos, ya que, explicó, el comportamiento lo determinan las leyes del desarrollo del cerebro y en éste es vital cada experiencia, pues deja una huella en el inconsciente sobre la que luego se fabrica el futuro. El divulgador ejemplificó este funcionamiento de las huellas y del futuro con la obsesión nacional, aquí, en España, con la Guerra: "Un futuro desvinculado del pasado siempre es engañoso", concluyó. Disonancia. Al hilo de estas obsesiones y un poco también de la cerrazón humana, Punset detalló como los homínidos son muy reacios a cambiar de opinión, con lo que una petición en sentido contrario a sus rutinas hace que los circuitos cerebrales no funcionen. Esta teoría de la disonancia, acabó por plantear Eduard Punset, que ha reflexionado en sus últimas publicaciones sobre la felicidad y el amor, hace que la gente "tenga una capacidad infinita de hacerse infeliz". Afortunadamente, explicaría más tarde, "las emociones positivas, al igual que las negativas, sólo duran un rato", lo que, a su juicio, es otra de las claves sobre la felicidad. Cuando habló de la necesidad de educar en las emociones a los niños, Punset también se refirió a este problema durante su intervención. Lamentó que el ser humano haya primado la razón frente a las emociones, ya que las emociones, razonó, son mucho más importantes cuando se controlan. "Lo único que une a adultos y jóvenes es el desconocimiento de la gestión de las emociones", dijo.
Y así, Punset acabó por celebrar la Educación para la Ciudadanía en los colegios, al ser una asignatura que está relacionada con los valores y con las emociones.


Gracias por tu encomiable labor "MAESTRO" y gracias a todo el equipo de colaboradores/as tan esenciales para que todo funcione perfectamente.













Con especial cariño a Javier Canteros y Pere Estupinyà.

Un abrazo.

Enlaces:

Blog de Eduard Punset: http://www.eduardpunset.es/blog/

Blog de REDES: http://smartplanet.es/redesblog/

Comunidad Smart (foro momentáneamente desabilitado): http://www.comunidadsmart.es/

Blog de Pere Estupinyà: http://lacomunidad.elpais.com/apuntes-cientificos-desde-el-mit/posts

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Punset tiene su afición a la ciencia, pero de lo que suele demostrar que sabe mucho es de la vida, posiblemente por estar vinculado al derecho y sobre todo por haber estado metido en política, que es un avispero, un germen de alimañas, como correr un encierro de San Fermín con cinqueños. Lo ha demstrado en diversas ocasiones: una de las veces que más me ha gustado fue al centrarse en el problema del acoso y los psicópatas, que en mi opinión ha clavado (me refiero, por supuesto, a "El alma está en el cerebro"). Y en esta entrevista demuestra una vez más que sabe de qué va esto de la sociedad cuando pone el dedo en la llaga al recordar que el problema fundamental del tercer mundo, aparte del demográfico, es la corrupción. La corrupción acompaña a la sociedad en cualquiera de sus emergentes e irracionales (aunque parezca lo contrario) manifestaciones tipo hormiguero de homínidos. Pretender eliminar la corrupción es como pretender eliminar la sociedad. Con la corrupción hay que hacer como con las ratas, mantenerlas a raya sin esperanza de erradicarla.



Espoc

Manu dijo...

Sí, je, je, en realidad es otro "frikiscience" (apasionado por la ciencia), aunque con más suerte y medios que la mayoría.

Su edad y trayectoria vital, le han llevado a lo que parece un alto grado de sabiduría (opinión personal).

Tal vez lo que falle en general sea la ética y la educación en valores.

Posiblemente todos seamos puros mercenarios que nos vendemos al mejor postor. Pura supervivencia, quizás, pero mantener el rol que se supone debemos interpretar en cada momento, es muy importante para que la sociedad verdaderamente funcione en condiciones.

Gracias por tus visitas y aportaciones Espoc.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Un homenaje muy merecido a maese Eduard Punset. (me encanta esta palabra, tiene reminiscencias de la excelsa literatura. Maese: Antiguo tratamiento que se anteponía al nombre propio de un maestro).

El alma está en el cerebro; por ello y sólo por ello, la vida de los demás debería ser tan respetable y "sagrada" como la vida propia. Somos únicos, una misma composición de materia por cada eón. La vida es un regalo de los átomos de la materia. Eso sí, unos tienen más suerte que otros en el reparto azaroso. Quizá en el próximo eón tengan más suerte. En la física de partículas no hay un hecho improbable. Lo mismo es la inteligencia surgida de ese universo la llamada a intervenir. Quién sabe.

J
osé
M
anuel

Manu dijo...

Vuestras alusiones al libro: "El alma está en el cerebro", me obligan a mencionar que es uno de los mejores libros que he leido, sin duda.

Y, ni que decir, que su autor: "maese" Punset, realizó un estupendo trabajo ;-)

Un abrazo.

Haideé Iglesias dijo...

Yo prefiero seguir siendo tachada de persona rara que tiene pensamiento mágico, y hace 70 años que Edwuard Bach, siguiendo al budismo y otros pensadores como Hipócrates, encontró que eran las emociones de lo que había que ocuparse. Todo está dicho, pero está bien que se añadan nuevos modos de aplicación... Y efectivamente, cambiar es muy dificil, pero no imposible, barriendo todos un poco cada día dentro de nosotros, ya conseguiriamos un mucho...en realidad, tanto nos dicen que es muy dificil cambiar que a base de ese condicionamiento negativo, se convierte a las personas en sumisas, pero como siempre, es una opinión.
Un abrazo.

Haideé Iglesias dijo...

Una visión no materialista de la conciencia, libro de un neurocietifico e investigador de la Universidad de Montreal, en el blog de Zetetic: http://zeteticismo.blogspot.com/
¡Qué bien que cada uno puede pensar libremente! La mejor manera de enriquecerse a todos los niveles...
Un abrazo.

Manu dijo...

Hola "Rara de pensamiento mágico".

Pues sí, es cuestión de abrir los ojos y mirar alrededor. Lástima que haya tanto tuerto con orejeras, que sólo ve la pequeña parte que tiene justo delante ;-)

En fin Haideé, que mientras sean uvas, ¿qué más dá como se las llame, verdad?.

Un abrazo.

Beatriz dijo...

Hola Manu
Super interesante el tema que tomaste de Punset,llegaron a mis manos muchos libros de ciencia y entre ellos "el alma está en el cerebro" de Punset,entre mis viajes virtuales, mis lecturas y el arte,la cuarta dimensión me abandona.
Me animé por fin a iniciar poco a poco mi blog, dedicado al arte, pero no solo a mi arte, sino al arte universal desde la realización de una hermosa composición de piedritas realizadas por un prehistórico, pasando por las hebras de las tejedoras, hasta lo más actual, el arte virtual.
Espero tu visita, solo tengo una pintura realizada por mí.Pero me demoraré, creo yo, pues jamás he echo un blog y lo poco que he aprendido en este mundo virtual lo he echo clickeando y clickeando sola en mis momentos de ocio.
Saludos