martes, 8 de octubre de 2013

Las brujas de Zugarramurdi, realidad versus ficción.

Este fin de semana he estado en el cine viendo la recién estrenada película: "Las brujas de Zugarramurdi"



del director bilbaino Alex de la Iglesia.

Sin entrar a valorar la calidad de una película cuyo único fin sería el mero entretenimiento, cosa que para mí sólo consigue en la primera mitad, sí quería aclarar que es totalmente impensable tratar de buscar en el filme cualquier parecido con la realidad.

Aunque, efectivamente, la pequeña localidad de Zugarramurdi fue objeto de una auténtica "caza de brujas" por parte de la Inquisición católica en plena Edad Media.

Los hechos reales fueron los siguientes:

A principios de 1609 el rey francés Enrique IV, fiel creyente, embarcó a sus mejores jueces y hombres de fe en una caza de brujas para eliminar la hechicería en el sur del territorio galo. Muchas personas, temerosas de ser ajusticiadas, huyeron a la vecina España. Entre ellas una joven: María de Ximildegui, que regresó a su pueblo Zugarramurdi (Navarra), situado a escasos kilómetros de la frontera con Francia.
Interrogada por el párroco local, y temiendo lo peor, la mujer confesó haber participado junto a otros vecinos del pueblo en reuniones paganas en las que se veneraba al diablo en el ‘akelarre’ ("el prado del macho cabrío", en euskera) a cambio de su salvación. María aseguró haber practicado la brujería, e incluso volado, con la ayuda del maligno, y sus palabras llegaron a oídos del tribunal de la inquisición de Logroño que inició una investigación sobre el caso.
El resultado fue un auto de fe en el que se juzgó a nada menos que 53 personas de la comarca, de las cuales 21 quedaron en libertad, otras 21 fueron acusadas de delitos menores y al resto se les condenó a morir en la hoguera.
Finalmente, el ocho de noviembre de 1610, las 11 supuestas ‘brujas’ fueron quemadas en la plaza mayor de Logroño. Incluso cinco de ellas, que ya habían fallecido durante el proceso víctimas de las torturas o el suicidio, fueron quemadas en efigie junto a sus restos mortales. Además, la Iglesia instaló 10 cruces para proteger al pueblo y resguardarlo del mal.

La repercusión que aquel acto de fe tuvo en toda Europa provocó el nacimiento de la leyenda negra de Zugarramurdi, también conocido como ‘el Salem español’ o ‘el pueblo de las brujas’. Brujas que tiempo después se descubrió que no eran tales, ya que no pasaban de ser una suerte de curanderas naturistas, con conocimiento de las propiedades de plantas y animales, las cuales consumían diferentes ungüentos alucinógenos para alterar su nivel de conciencia durante rituales paganos.

Todo ello era una auténtica herejía para el omnipotente poder eclesiástico establecido en la época, que prefería "cortar por lo sano" cualquier ideología que escapara a su control.


Lo cierto es que actualmente Zugarramurdi y sus cuevas es un tranquilo enclave en un entorno natural maravilloso, que merece la pena ser visitado, sin ningún temor a ser fagocitado, desde luego.


3 comentarios:

emejota dijo...

Gracias por el consejo. De todas formas las montañas de la cornisa cantábrica se encuentran plagadas de cuevas, impresionantes muchas de ellas. Besos.

Manu dijo...

Tienes razón Emejota. En realidad cuevas hay en muchos sitios, algunas más espectaculares que otras, por supuesto.

Yo he visitado algunas de ellas, repartidas por toda la Península Ibérica, desde el norte: la de Zugarramurdi, Pozalagua, Ojo Guareña, El Castillo, la reproducción de las de Altamira, El Soplao; hasta el sur: Nerja; pasando por el centro: bajo luna de las cascadas en el Monasterio de Piedra; y de las Islas Baleares: Drach, en Xoroi.

Todas ellas son preciosas, cada una con su encanto particular, difícil elegir una en concreto, aunque personalmente, la del Soplao, en Cantabria, es una de mis favoritas.

La verdad es que el subsuelo guarda tantos tesoros paisajísticos como la superficie. Para muestra un botón:

https://www.google.es/search?q=cuevas+de+espa%C3%B1a&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ei=KjJVUqjKK4af7AbIjIHYDg&sqi=2&ved=0CDoQsAQ&biw=1024&bih=649&dpr=1

Estoy encantado de poder presumir de haber visto al natural muchas de las imágenes que aparecen aquí y recomendaría a todo el mundo que las visitara si pudiera, desde luego ;-D

Abrazos.

Joxe Bilbao dijo...

Sin duda alguna Zugarramurdi y todo su entorno son un lugar de una belleza difícil de superar al igual que sus historias y mitos, tomando como tema esas historias he compuesto una banda sonora original titulada “Cuevas De Zugarramurdi” la música trata de expresar desde mi optica el sentir de todas esas historias, podeis escuchar la banda sonora en ... http://bilbaomusic.net/Ancestors , que disfruteis de la música.